RINCÓN LITÚRGICO #4: LA VERDADERA FECHA DE LA NAVIDAD

 

LA VERDADERA FECHA DE LA NAVIDAD


Todos los años, al llegar estas fechas de Navidad, suele plantearse la cuestión de si realmente estamos celebrando el nacimiento de Jesús en la fecha correcta, o estamos equivocados en cuanto al día y en cuanto al año. 

Para nosotros, que creemos que Dios ha venido al mundo a compartir nuestra existencia, el tema de la fecha es de importancia secundaria. Estamos ciertos de que ha sucedido, esto es lo realmente importante y el día exacto, incluso el año, resulta algo secundario. Sin embargo a veces, sobre todo para personas no creyentes, parece que acertar con la fecha, parece que se convierte en algo realmente importante, como si esto fuera la cuestión realmente transcendente.
 Incluso algunos parecen querer negar el hecho de la Navidad, que Dios haya nacido entre nosotros, amparándose en la ignorancia o error en la fecha, como si dijeran “¡ves!, la fecha está mal, no es verdad”. 

La argumentación se extiende de una manera semejante a la estrella que guio a los Magos ya que no sería una estrella, sino una conjunción de planetas, un cometa, o súper-nova. 
Nada de lo anterior es realmente importante comparado con lo que los evangelios nos han transmitido, que Dios ha nacido hecho hombre. 

Pero ¿Qué sabemos realmente?

 En el mundo antiguo romano los años eran contados siguiendo los años de gobierno de los emperadores romanos (Por eso San Lucas (2:1) cita al emperador Augusto), o desde el comienzo de la Republica Romana. 
Cuando se quiso realizar el computo de los años teniendo como referencia el nacimiento de Jesús (eso fue ya el siglo VI), el encargado de llevar a cabo este nuevo calendario fue el monje Dionisio el Exiguo (nacido en 470). Dionisio se sirvió de tablas y cálculos ya existentes. Finalmente error el cálculo que según están de acuerdo la mayoría de los estudiosos, en siete o cuatro años. Es decir, que la primera Navidad habría sido entre el año 7 y el 4 antes de Cristo.

 Los estudiosos actuales tampoco son capaces de llegar a un acuerdo sobre cual sería la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Faltan registro y datos en los primeros siglos.

 Y ¿la estrella de Belén?

 Ante esta falta de documentación sea intentado otra vía: determinar la fecha de la aparición de la estrella que siguieron los Magos. Hay acuerdo, en que no hay que buscar una estrella en cuanto tal, pues es sabido que la estrella se encuentra a millones de kilómetros y sus movimientos para el observador terrestre es inapreciable. 

En siglos atrás, la hipótesis que parecía más verosímil para explicar la estrella de Belén, es que hubiera sido un comenta. El desconocimiento sobre sus apariciones y sobre su trayectoria, permitían suponer que a algún comenta podría encajar con lo que narran los evangelios sobre la aparición de la estrella, su trayectoria y quizás su desaparición. Hoy día, casi ningún astrónomo apuesta por un comenta. 

Un conocimiento más detallado del movimiento de los planetas y sobre todo de sus conjunciones, lleva a muchos a pesar que la estrella de Belén tuviera su explicación en la conjunción de Júpiter y Saturno del año 7 antes de Cristo. 
Esta conjunción se dio en la constelación de Piscis, que se asocia tradicionalmente a los judíos. 

Otros expertos ponen su atención en el “amasamiento de planetas” ocurrido después de la conjunción del año 7, en el año 6 antes de Cristo, todavía en la constelación de Piscis. 
El encuentro de Júpiter, rey de los planetas, con Marte, el planeta guerrero, en la constelación de Piscis (la de los judíos) podría haber sido entendida por los babilonios como el anuncio del nacimiento de un rey que libraría al pueblo judío de la opresión de los romanos.

 Es decir, que tenemos dos fenómenos astronómicos similares, en la misma región del cielo en dos años consecutivos.

Las crónicas chinas también nos aportan datos interesantes. 
Según estas crónicas, los astrónomos chinos observaron una nova brillante en el este, poco antes del amanecer, y esto en el año 5 antes de Cristo. El este es donde los Magos vieron la estrella de Belén. Esta nova, habría ido menguando su brillo a lo largo de los siguientes días. Si los Magos partieron de Persia hacia finales de marzo, llegaría a Jerusalén a principios de mayo, y la nova aparecería en esta fecha al sur en el amanecer. 

Desde Jerusalén, la estrella indicaría hacia Belén. 

Además, con la luna llena, la nova habría dejado de ser visible al menos durante una semana. Resumiendo: la conjunción de planetas del año 7 antes de Cristo, el amasamiento de planetas del año 6, habría llevado a pensar a los Magos que algo estaba pasando entre los judíos.

 La aparición de una nova al año siguiente, les hizo ponerse en camino. Eso explica que Herodes, informado por los Magos, matara a los niños menores de dos años, tiempo que suponía que podría haber nacido el Jesús. 

Una vez más descubrimientos científicos confirman que lo que nos han narrado los evangelios ha sucedido verdaderamente. 

La Navidad que vamos a celebrar, no es sólo una fiesta bonita, sino la entrada de Dios en el mundo y esto ha sido mostrado a los Magos por los acontecimientos astronómicos que ocurrieron en aquellos años. 

A nosotros esos descubrimientos nos ayudan a confirmar nuestra fe. 

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