RINCÓN LITÚRGICO #6. LA VERDADERA FECHA DE LA NAVIDAD (CONTINUACIÓN)

Si determinar con precisión el año del nacimiento de Cristo resulta bastante difícil, tratar de determinar el día, es casi imposible.

Pero antes de intentarlo hay que decir algo parecido a lo que hace dos semanas también decíamos del año, que lo de menos es la fecha exacta. Lo importante es que se trata de algo que ha sucedido realmente. A los evangelistas no les importa tanto dar una información cronológica, como transmitir algo que ha acontecido. Hay una gran diferencia entre nuestra mentalidad, que mira el reloj y el calendario y la manera de pensar de los antiguos, en especial del pueblo judío, se me fija en la fidelidad del que narra un acontecimiento. Lo de menos es la fecha, lo importante es que el testigo que cuenta algo, lo haga fielmente.

Se entiende así que por ejemplo San Lucas al narrar la concepción de Juan el Bautista, se conforma con una referencia para nosotros vaga al rey Herodes: “Hubo en tiempos de Herodes, rey de Judea, un sacerdote…” (Lc. 1, 5). Y el anuncio a María se fija temporalmente en relación a la concepción de Juan: “Por otra parte, al sexto mes,…” (Lc 1, 26). Y el nacimiento de Jesús tampoco recibe una datación exacta: “Ahora bien, sucedió que, en aquellos días, salió un edicto del emperador Augusto,… … este fue el primer empadronamiento durante el mandato de Quirino de Siria…”. Ojalá hubiera documentos que nos dijeran en qué fecha fue ese primer empadronamiento durante el mandato de Quirino, aunque aun así, no se podrías precisar el día.

Se ha extendido la idea, incluso entre cristianos de que la fecha del 25 de diciembre en la que celebramos la Navidad, fue escogida sin ningún fundamento real, buscando sustituir la fiesta romana del sol naciente, por la fiesta cristiana del nacimiento de Cristo, al que se proclama en Navidad como luz del mundo. Esta suposición tiene como autores principales a los teólogos protestantes Bultman y Harnac, y olvida la rica tradición cristiana procedente de los Santos Padres.

Los orígenes de la Navidad.

Hay noticias de la celebración del nacimiento del Señor en Belén, en fechas muy tempranas, en el mismo lugar de Belén donde nació Cristo, pero no precisan la fecha. La primera referencia escrita es de Furio Dionisio Filócalo, en el año 354 que en un calendario de fechas de mártires y de entronización de obispos, apunta en el 25-diciembre: “Natus Christi y Betlehem de Iudea”.

Esto no resuelva la duda de si los primeros cristianos eligieron esta fecha porque tenían datos que les hacían pensar que ese fue el día del nacimiento Cristo, o porque se daba la coincidencia de que la fiesta romana del sol invicto, encajaba a la perfección con la fiesta cristiana de Cristo Luz del Mundo. El tema de la luz es un tema propio de la Navidad.

Algunos cálculos sin demasiado fundamento, atribuido a San Jerónimo, fijan la fecha del 25 de marzo como el día del inicio de la creación del mundo, de la Encarnación del Verbo y de la muerte de Cristo. Desde el 25 de marzo, serían justo nueve meses hasta el nacimiento de Jesús. San Jerónimo dirá: “También la creación está de acuerdo con nuestro ordenamiento porque hasta ese día crecen las tinieblas y desde aquel día, disminuye el error y entra la verdad: hoy nace nuestro sol de justicia”. San Agustín se hará eco de esta creencia popular, aceptando la fecha del 25 de diciembre, por su relación con las fiestaXs y calendarios judíos y no con la fiesta del “Natalis solis invicti”, romano.

Otra tradición distinta es la de las iglesias orientales que celebraban la manifestación del Señor el 6 de enero. Es la fiesta en que Dios se ha dado a conocer y por lo tanto la fecha de la Navidad.



Estudios recientes.

Los expertos en Sagrada Escritura y liturgia no cesan de investigar y tratar de precisar cual podría haber sido la fecha cronológica exacta del nacimiento de Cristo. Una de las propuestas más interesantes es la que parte de la fecha de la anunció de la concepción de Juan el Bautista, por parte del Ángel a Zacarias. Sus autores: L. de Caro, F. La Greca y E. Matricciano, en su libro “La verdad histórica de los Evangelios”. Editorial Nueva Era. Año 2023.

En el año 274, el emperador romano estable la fecha oficial para la celebración romana del “Natalis solis invitcti”. Sin embargo los cristianos ya celebraban el nacimiento de Cristo en esos años.

Recuperan estos autores la fecha de la pasión que sería el 25 de marzo, y como los judíos pensaban en ciclos completos, Jesús habría muerto el día de su cumpleaños. La

concepción de Jesús habría sido también un 25 de marzo, pues así Jesús completa sus años.

Estos autores también argumentan también desde la concepción de Juan el Bautista, que habría sido en torno a la fiesta del Yom Kippur (septiembre), ya que Zacarías su Padre oficia en el templo cuando recibe el anuncio del Ángel. A partir de aquí, el evangelio nos habla de 6 meses hasta el anuncio del Ángel a María (25 de marzo) y otros nueve hasta el nacimiento de Jesús: 25-diciembre.

Una objeción a esto, es que cuando en el siglo IV la monja Egeria llega en peregrinación a Jerusalén, escribirá que la fiesta del nacimiento de Jesús se celebra el 6 de enero. Si se le da peso a este argumento, tendríamos un pequeño margen de fechas entre las que había nacido Jesús y que es muy difícil decidir cuál es la verdadera.

Los cálculos de conversión de los calendarios judíos, al calendario juliano, muy difíciles y probablemente con errores apuntan al 6 de enero, como el día del nacimiento de Cristo. La adoración de los Magos sería un año o dos después del nacimiento de Cristo.

En definitiva:

Casi imposible determinar la fecha exacta del nacimiento de Cristo, pues las distintas opciones nos llevan al 25 de diciembre, pero también al 6 de enero.

La certeza de que Dios ha nacido, un día u otro, se confirma y afianza, pues no está en discusión.

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